miércoles, 1 de agosto de 2007
HUYENDO DE LOS ADJETIVOS
Algunos me llaman paloma mensajera, otros paloma de la paz. Y yo quiero ser simplemente paloma. No quiero ser responsable de intercambiar mensajes, ni quiero convertirme en un símbolo universal para la paz. Simplemente quiero ser yo. YSin embargo, siento que no puedo evitar los adjetivos. Los adjetivos me persiguen y yo huyo. Pero ellos están en todas partes y me he cansado de correr. Ellos me etiquetan, me hacen prisionera de sus condiciones. ¿Por qué limitan mi libertad? Ponerme una etiqueta implica compartir un espacio con otros etiquetados. Pero yo no me parezco a nadie, no quiero parecerme a nadie. Renuncio a que mi nombre vaya seguido de un adjetivo, pero jamás renunciaré a mi nombre. Soy Paloma, no quiero ser nada más.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
Un adjetivo es necesario cuando describe o intenta aportar algo, pero no cuando etiqueta o simplifica la realidad. Sin embargo a veces es inevitable que los utilicemos. Es el gran problema del lenguaje, que siempre se queda pequeño para expresar lo que queremos decir y nos vemos arrojados a la clasificación, a las etiquetas, los estereotipos... A mí tampoco me gustan paloma, pero lamentablemente todos caemos alguna vez. YO, al menos, espero hacerlo lo menos posible.
Los adjetivos son necesarios, pero creo que se usan con demasiada frecuencia. Yo no quiero eliminar los adjetivos del lenguaje. Pero intento alejarme un poco de ellos. Aunque es difícil. Estoy de acuerdo contigo cuando dices que el lenguaje se queda pequeño para expresar lo que queremos decir con exactitud. Pero lo que me molesta de los adjetivos es que se usan para clasificar a cada persona, animal, objeto, etc, en grupos. Y a veces dentro de la misma etiqueta colocan a personas u objetos que no encajan con su etiqueta. Por tanto, no renuncio a los adjetivos, pero intento moderar su uso para que los sustantivos tengan más fuerza y más significado propio.
Publicar un comentario